CÁCERES, 29 (EUROPA PRESS)
El Complejo Gran Buda que la Fundación Lumbini Garden planea construir en Cáceres se emplazará finalmente en terrenos privados del entorno de la carretera de Badajoz, en la zona del Cerro Romanos, tras descartarse definitivamente la edificación del proyecto budista en el Cerro Arropez, por ser zona de especial protección de las aves (ZEPA).
Concretamente, la nueva ubicación se encuentra en terrenos en torno al Cuarto Roble y Las Corchuelas, un valle entre el Cerro Romanos y la Mina de San Salvador, según ha informado este viernes en rueda de prensa el alcalde de Cáceres, Rafael Mateos.
Durante su intervención, tras reunirse con representantes de la Fundación Lumbini, el alcalde ha insistido en que el proyecto estaba “encallado” porque, en términos urbanísticos, el Cerro Arropez “no cumplía con los mínimos requisitos” para hacerlo “viable”.
En este sentido, Mateos ha agregado que a la zona ZEPA se sumaban otra “serie de limitaciones” como la existencia de derechos mineros, en dicho emplazamiento, que hacían “prácticamente insalvable” la posibilidad de desarrollar en Arropez el macrocomplejo budista de forma completa.
Tras matizar que los técnicos de urbanismo del consistorio y la Junta han trabajado para ver si se podían salvar esos “escollos”, Mateos ha concluido que la “mejor solución” era que la propia fundación buscase y adquiriese unos “terrenos alternativos” para levantar este proyecto que llevaba “casi cuatro años esperando, sin tener una certeza de poder desarrollarlo” en Cáceres.
En este sentido, también ha señalado que, según consta en unos informes previos a su toma de posesión, la cesión de esos terrenos en el Cerro Arropez “no podía ser superior a 30 años”, un “lapso temporal” que, ha asegurado, hace “inviable” el desarrollo de este macroproyecto que “tardará años en desarrollarse completamente”.
En esta búsqueda ha colaborado el concejal de Urbanismo de Cáceres, Tirso Leal, junto con técnicos de la fundación, para valorar la “viabilidad urbanística” de los terrenos barajados para este proyecto que, según ha recalcado Mateos, tendrá que ser “completo” y albergar “todo aquello que se comprometió con la ciudad”, comenzando con la construcción de una “gran estatua” de Buda.
“VOLVER A LEVANTAR” LO “CAÍDO” POR “LA ESPERA”
En la rueda de prensa este viernes también ha intervenido el director de relaciones institucionales de la Fundación Lumbini Garden, Ricardo Guerrero, quien ha manifestado que, aunque su apuesta es “seguir en Cáceres”, frente a los inversores de Asia deberán “volver a levantar lo que, de alguna manera, se ha caído debido a la espera”.
Asimismo, Guerrero ha pedido “cautela”, tras advertir que si hasta ahora “ha sido muy difícil”, lo que queda por hacer lo será “más” porque “la situación ha cambiado”.
Al respecto, el director ha recordado que “el planteamiento inicial” suponía la “donación de unos terrenos públicos por parte de la administración española”, mientras que ahora deberán comprarse unos privados, de los cuales lo único que se tiene “por ahora” es “una opción de compra” que tendrá que materializarse “en el futuro” y “si todas las condiciones lo posibilitan”.
Por otra parte, Guerrero ha señalado que la administración española tiene “la obligación, de alguna manera, de facilitar el establecimiento de instituciones, organizaciones, proyectos que tengan que ver con religiones minoritarias”, a la par que ha puntualizado que “el budismo está reconocido en España desde el año 2007” como una religión “de claro arraigo”.
Este proyecto que, ha adelantado, “será posiblemente el complejo budista más importante de occidente”, representa para él “mucho más” que una mera iniciativa religiosa al tener “muchas vertientes” como la posibilidad de intercambios universitarios entre Asia y la región, o la atención a practicantes del budismo procedentes del continente asiático.
CUMPLIR LA PALABRA ANTE PROBLEMAS “HEREDADOS”
Mateos, también ha recordado que su equipo de gobierno se puso a disposición de la fundación “desde el minuto uno” para trabajar “codo con codo” hasta “encontrar una solución a unos problemas que sí eran heredados” de la administración local anterior.
“Esto en la pasada legislatura ya se sabía, pero se hizo caso omisopor parte de la anterior corporación, lo que ha dilatado todo el proceso”, según ha agregado el alcalde en declaraciones recogidas en nota de prensa por el propio consistorio.
Del mismo modo, Mateos ha adelantado que aunque como administración serán “muy escrupulosos en el cumplimiento de la ley”, van a “agilizar en la medida de lo posible todos los permisos y autorizaciones” necesarios para el desarrollo de este proyecto que ha calificado como “cultural, turístico y empresarial, con una vertiente religiosa”.
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