MÉRIDA, 23 (EUROPA PRESS)
La Universidad Popular de Riolobos ha dado el primer paso para convertir la antigua iglesia del poblado de Pajares de la Rivera en un centro cultural, artístico, rural y contemporáneo para toda la comarca, a través del proyecto Contenedores de arte de la Asociación de Universidades Populares de Extremadura (AUPEX), que cuenta con colaboración con la Diputación de Cáceres.
Este nuevo espacio se ha presentado este viernes en un acto que ha contado con la presencia del alcalde de la localidad, José Pedro Rodríguez Martín, el diputado de cultura de la Diputación provincial de Cáceres, Fernando Grande Cano, el Diputado de Infraestructuras, Fernando García; la directora del CEMART, Toni Álvarez.
También a estado la presidenta de la mancomunidad Rivera de Fresnedosa, Mónica Martín Sánchez, y el presidente Adesval, Ricardo Rodrigo, la presidenta de Aupex, Mónica Calurano Vellarino, así como alcaldes y representantes institucionales de otras localidades de la comarca.
Durante la inauguración, la presidenta de AUPEX ha mostrado su orgullo porque de nuevo las universidades populares sirven de “herramienta y vehículo para la agitación cultural y artística de los territorios descentralizados”.
Cualquier persona que quiera visitar el espacio puede hacerlo contactando previamente con el teléfono de Turismo de Riolobos para concertar una cita: 621 25 32 28.
La de Pajares de la Rivera es la primera iglesia que se convierte en Contenedor de arte. Esta antigua iglesia, que está prácticamente en mitad del campo, se encuentra ubicada en un poblado de colonización con apenas 10 habitantes perteneciente al municipio de Riolobos. El poblado fue fundado en 1965 en el entorno de los regadíos creados junto al río Alagón.
Sin embargo, a diferencia de otros poblados de la zona, no llegó a desarrollarse como un pueblo, y a principios del siglo XXI quedó casi despoblado. Para Riolobos, por tanto, este proyecto cultural ha servido “de soporte y vehículo” para hacer realidad la recuperación de esta antigua iglesia que pasará a llamarse ‘El templo de las artes’.
Las primeras intervenciones artísticas se han realizado tanto en el exterior de la torre del campanario, como en distintas zonas del interior de la iglesia: el baptisterio, en el que se ubicaría la pila bautismal, la nave central, el presbiterio y el acceso al campanario.
Es ahí donde un grupo de artistas plásticos y visuales, en colaboración con la población local, han estado trabajando desde el mes de septiembre. El resto de zonas y estancias se seguirán adecuando para distintos usos por el ayuntamiento paulatinamente.
En cuanto a las personas que han intervenido en el espacio, han sido 12 los artistas que, junto a la población local, han desarrollado los diferentes proyectos artísticos seleccionados por el director artístico, Marce Solís.
Se trata de Genín Andrada, con “Género Fluido” (Fotografía); Natalia Auffray. “Cuerpo y gesto” (Técnica mixta sobre lona de vinilo); Natalia Auffray y colaboradoras. “Almazuelas de memoria” (Aguja libre con ropa, telas en desuso); Bianca Mihaiela Beleiu. “La guerrera más fiel” (Animé pintura); Lourdes Centeno. “Entre mi abuela y yo” (Graffiti. Pintura. Arte urbano/arte sacro); Hernesto Conhache. “Monfragüe infinito” (Fotografía); Elena Domínguez Sanjuan. “Pitera” (Fotografía, pintura, muralismo, fanzine); José Vidal Lucía Egido. “Riolobos. Arquitectura, vestigios, memoria” (Fotografía).
También Luis Fernando Martín Fernández. “No hay campanas en Pajares” (Instalación, chapa de hierro y pintura); Rosa Morán. “Liberación a los cielos” (Muralismo, pintura); Esteban Moreno Sánchez. “Alegoría sobre la despoblación en Extremadura” (Pirograbado sobre láminas de madera); Juan Fernández Municio. “Lunch Atop a Skyscraper” (Chapa y acero); Paula Valdeón, con la colaboración de Susana Lemus. “De otro lugar” (Pintura mural).
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