Escuelas Católicas de Extremadura defiende en una campaña la libertad de los padres para elegir el colegio de sus hijos

MÉRIDA, 30 (EUROPA PRESS)

Escuelas Católicas de Extremadura ha iniciado una nueva campaña que recuerda que la educación de los hijos es una “responsabilidad y un derecho” de los padres.

Una campaña que llega unos días antes de la apertura del periodo de reserva de plaza para el curso 2022-2023, que estará abierto entre el 1 y 22 de abril, y bajo el lema “Mi responsabilidad, mi elección”, con la que Escuelas Católicas de Extremadura recuerda que “son los padres quienes deben elegir qué tipo de educación creen más adecuada en base a sus valores y qué centro es el que mejor se adapta a esas enseñanzas”.

En este sentido, destacan que para “asegurar” un desarrollo intelectual y personal de los alumnos, “guiados por la ética y la responsabilidad”, padres y profesores deben estar “unidos, procurando una educación de calidad basada en los valores cristianos, la formación que ofrece la educación concertada católica”.

La directora de comunicación de Escuelas Católicas de Extremadura, María del Socorro Fuentes, destaca que los valores y principios que rigen la concertada en la región son los de “una educación comprometida con la defensa de la libertad, basada en un proyecto educativo compartido que fomente una formación totalmente personalizada y que atienda a los valores católicos que los padres intentan inculcar a sus hijos”.

Además, ha recalcado que la red de centros que conforman las Escuelas Católicas de Extremadura están “abiertos y adaptados a todos y cada uno de los alumnos que deseen asistir”, y añade que las “diferencias” son las que hacen “crecer cada día”.

Por este motivo, cuentan con un equipo humano que se “adapta a las necesidades de cada alumno, ayudándole a superar cualquier dificultad o diferencia”. “Desde el respeto y la colaboración mutua, y a través de actividades de enseñanza-aprendizaje, ayudaremos a los alumnos a superar sus límites y alcanzar sus metas”, añade en una nota de prensa.

En este sentido, ha subrayado que Escuelas Católicas de Extremadura impulsa la apertura de centros educativos “sin discriminación por razones económicas, sociales, religiosas, de raza o de nacimiento”, así como están “comprometidos” con la integración de los alumnos con necesidades especiales, así como con aquellos pertenecientes a minorías étnicas o culturales, motivo por el cuál se afilian a centros concertados en los niveles educativos para los que está prevista la finalización con fondos públicos.

De esta forma, el objetivo final de Escuelas Católicas de Extremadura no es otro que “fomentar una educación que promueva el espíritu de superación, cooperación, respeto, solidaridad, creatividad y sentido de la trascendencia de cada alumno”.

“Los resultados académicos son muy importantes, pero no lo son todo”, añade María del Socorro, que concluye que también quieren que sus alumnos sean “agentes activos de mejora social guiados por la cooperación y la solidaridad”.