Olga García destaca la transición energética como una herramienta clave de desarrollo del medio rural

La consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, ha participado en una Mesa Redonda celebrada en el marco de la presentación del Observatorio de Descarbonización Rural de CIDE, que nace con el objetivo de medir la decisiva contribución del medio rural a la descarbonización y electrificación de la economía española.

Durante su intervención, la consejera ha destacado que “la transición energética requiere un planteamiento territorial, no sólo porque el territorio es una parte muy relevante de la solución, sino también porque las oportunidades asociadas a la transición ecológica pueden y deben optimizarse para orientarse a las áreas rurales menos pobladas de España”.

Para garantizar un desarrollo económico inclusivo y climáticamente neutro es necesaria la descarbonización, que pasa inevitablemente por la electrificación basada en energías renovables. Para ello, “la fotovoltaica y bioenergía (biocombustibles y biomasa) necesitan, entre otras cuestiones, recursos naturales que en gran parte de los casos se ubican en el medio rural”.

En ese sentido, la consejera se ha mostrado de acuerdo con la Estrategia de Descarbonización a largo plazo de España, que considera que el despliegue y el desarrollo industrial y de conocimiento asociado al desarrollo de las energías renovables, las redes eléctricas, el hidrógeno renovable y las tecnologías de almacenamiento en el territorio, deben articularse como una herramienta de desarrollo rural.

En este contexto, desde Extremadura se defiende y se trabaja en un cambio de modelo energético desde el rigor, y eso se traduce en requerir a las empresas promotoras que respeten la biodiversidad presente en el territorio, minimizando los impactos y articulando espacios de consenso con la población local para que pasen a ser protagonistas de este proceso de despliegue renovable.

Asimismo, se demanda a las empresas promotoras para que den cobertura a iniciativas de armonización de las plantas solares con otros usos productivos, que sean proactivas en el desarrollo rural del entorno donde se ubican y que se favorezcan los beneficios asociados al territorio.

Para Extremadura, es esencial potenciar el abastecimiento energético sostenible y de calidad en el medio rural, así como desarrollar actuaciones destinadas a la mejora de la eficiencia energética, el ahorro de energía y la mejora del servicio eléctrico.

La consejera ha recordado que en el Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima se prevé que el 74,6 por ciento de todos los impactos previstos en materia de generación de empleo y riqueza se queden en las zonas rurales.

La transición energética representa una palanca de generación de empleo y de atracción de actividad hacia las zonas rurales, que se verá reforzado por los fondos europeos de recuperación que recogen actuaciones específicas para las áreas rurales como las dirigidas a impulsar las comunidades energéticas, la rehabilitación y la regeneración y el apoyo a la energía sostenible y asequible en municipios de menos de 5.000 habitantes.