CÁCERES, 7 (EUROPA PRESS)
La zona del Parque Nacional de Monfragüe que este pasado verano sufrió un incendio que afectó a 398 hectáreas ya cuenta otra vez con alguna pareja de buitres negros de las que habitaban en este lunes, que ya ha comenzado los trabajos de construcción de un nuevo nido, “adelantándose a la época habitual de realizar este trabajo, que suele ser alrededor del mes de febrero”.
De esta forma, tras el incendio del mes de julio “la naturaleza vuelve a abrirse paso con fuerza con brotes nuevos en alcornoques y madroños quemados, nuevos torviscos que crecen”, según informa la Junta de Extremadura en nota de prensa.
Según los expertos, son “buenas señales” que, tras el incendio, “devuelven la esperanza de recuperar poco a poco la normalidad en todo el espacio, considerado una joya medioambiental en Extremadura”.
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