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Asaja Extremadura cree que la reforma de la PAC en el olivar supondrá un incremento del número de incendios forestales

CÁCERES, 14 (EUROPA PRESS)

El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha asegurado que la nueva reforma de la PAC introduce unas exigencias en los diferentes cultivos como el olivar que supondrán un incremento del número de incendios, ya que se contempla el mantenimiento de las cubiertas vegetales tanto vivas como inertes, “unas prácticas que son rechazadas por todos los agricultores y ganaderos”.

Por ello, la organización agraria va a poner en conocimiento de la Fiscalía de Medio Ambiente esta normativa y la “peligrosidad” que ello supone para que la traslade a Madrid. En este sentido, ha apuntado que van a denunciar al Ministerio de Agricultura y al de Transición Ecológica ante los tribunales europeos “por incentivar los incendios forestales”.

Asimismo, ha pedido a cualquier productor que, a partir del año que viene sufra un incendio por realizar estas prácticas que exige la administración, que “denuncie por responsabilidad patrimonial al Estado Español”.

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En una rueda de prensa, García Blanco ha incidido en que, como es habitual, este tipo de normativas “son legisladas por burócratas que desconocen la realidad del campo”. En este caso concreto, a través de los famosos ‘ecoesquemas’ o ‘ecoregímenes’, que suponen que el agricultor tenga que realizar prácticas extraordinarias para poder cobrar las ayudas comunitarias.

En cuanto al olivar, almendro o cualquier otro cultivo leñoso, estas prácticas, bajo el nombre de ‘agricultura de carbono’ se ciñen a estos modelos en función de la pendiente del terreno y se cobran cantidades diferentes. El primero de ellos, hasta el 5% de pendiente, para un total de 61,07 euros por hectárea. El segundo, del 5% al 10% de pendiente, para 113,95 euros por hectárea. Y más del 10% de pendiente, 165,17 euros por hectárea.

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Teniendo en cuenta que Extremadura tiene 253.000 hectáreas de olivar, el importe es muy importante y a esto habría que añadir superficie de almendros, frutales, etc, ha indicado García Blanco.

La primera práctica es el “mantenimiento de cubierta vegetal inerte”, que consiste en podar los árboles, triturar los restos de poda y dejarlos en mitad de las calles. “Se trata de una auténtica aberración, ya que a través de estos restos se multiplicarán las enfermedades que afectan a estas producciones”, ha señalado.

La segunda práctica, según ha explicado el presidente de Asaja Extremadura, es el mantenimiento de la cubierta vegetal viva, lo que “se convertirá en un foco potencial de incendios”. Esto significa que no se podrá realizar ninguna labor sobre la tierra porque “hay que dejar que crezca la hierba”.

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“Estos burócratas sentados en sus lujosos sillones desconocen que la hierba a partir de la primavera se seca, se convierte en pasto, y es una materia perfecta para convertirse en combustible”, se ha lamentado García Blanco, que añade que “ni tan siquiera dejan entrar a las ovejas o a las cabras que en los olivares de las sierras mantenían limpio los mismos”.

El presidente de Asaja Extremadura cree que “todavía están a tiempo de cambiar estas exigencias impuestas por inútiles”, y ha reprochado que se legisle sin conocer la realidad del campo.


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