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El nuevo modelo residencial extremeño busca que los dependientes puedan vivir lo máximo posible en su casa con ayudas

MÉRIDA, 24 (EUROPA PRESS)

La Junta de Extremadura pone en marcha un nuevo modelo residencial que apuesta por que las personas en situación de dependencia puedan vivir “el máximo tiempo posible” en sus domicilios contando para ello con las ayudas necesarias, y de tal forma que los centros residenciales se reserven para ciudadanos con grados de Dependencia 2 ó 3.

De este modo, el nuevo modelo da “un paso más” hacia la “necesaria” y “verdadera” coordinación sanitaria y social de la asistencia de este tipo de personas, facilitando para ello el abordaje de la Dependencia y también la promoción de la autonomía personal.

Con ello, dentro de este nuevo modelo se afrontarán las múltiples enfermedades crónicas que pueden llevar a una situación de dependencia, y además se aprobará en Extremadura una estrategia para prevenir la fragilidad en las personas mayores para fomentar la “autonomía de la persona”.

De este modo lo ha explicado este martes en rueda de prensa en Mérida el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta, José María Vergeles, quien ha avanzado que con esos objetivos la Administración regional va a realizar una inversión “muy importante” en los servicios y en el entorno cercano del ciudadano.

Así, se trabajará en la mejora de la ayuda a domicilio y de la teleasistencia, dirigiendo los servicios hacia la teleasistencia avanzada y la telelocalización y el seguimiento estrecho dentro del domicilio.

Igualmente, se creará la figura del asistente personal; y se apostará por los servicios de centros de día y por las viviendas tuteladas, de tal suerte que los centros residenciales vayan destinados a las personas con determinadas circunstancias que necesitan de institucionalización pero que al menos tienen un grado de Dependencia 2, con lo que los centros residenciales se reservan para personas con grados de Dependencia 2 ó 3.

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NIVELES DE CENTROS EN EL NUEVO MODELO

Con esta situación, Extremadura apuesta por un modelo residencial que consistirá en que los del primer nivel (ubicados en proximidad en los distintos municipios) serán centros puramente residenciales y se abrirán a proporcionar servicios a la comunidad, de tal suerte que esos servicios a la comunidad serán “servicios de proximidad”.

Entre ellos se encuentra el fomento del transporte accesible dentro del municipio, ayudas técnicas para que las personas puedan seguir viviendo en sus domicilios, llevar comidas a domicilio, y proporcionar servicio de lavandería y de podología y de peluquería higiénica, para ser capaces de “proporcionar elementos que vengan a solventar las necesidades en las actividades instrumentales y básicas de la vida diaria de las personas”.

“Es un paso para que las personas puedan seguir viviendo en su domicilio”, ha dicho Vergeles, quien ha explicado que la unidad de enfermería de estos centros contará con la formación suficiente como para fomentar la seguridad de los usuarios desde el punto de vista sanitario.

A su vez, el segundo nivel de atención es el de los centros de referencia comarcal, para lo que la Junta está acometiendo actualmente dos actuaciones. Una, la adaptación de residencias socio-sanitarias ya en funcionamiento para permitir contar con unidades de convalecencia, y también la creación de ocho centros de convalecencia y cuidados continuados con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.

Estas unidades de convalecencia son para internamientos de personas de media y larga estancia pero que no son consideradas como zonas residenciales. Así, una vez que la persona se recupere de la situación que ha provocado sus cuidados abandonará las unidades de convalecencia y pasarán a la parte residencial si lo necesitan, y si no lo necesitan pasarán a su domicilio.

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Con ello, las inversiones en las residencias sociosanitarias en funcionamiento permitirán, en concreto, en Badajoz en el centro La Granadilla disponer de una unidad de convalecencia entre 25 y 30 plazas; Don Benito-Villanueva (Felipe Trigo tendrá entre 38 y 40 plazas); en Mérida (la residencia El Prado tendrá 33 plazas); y en Cáceres (la adaptación del Cuartillo y Cervantes proporcionará 48 y entre 25 y 30 plazas, respectivamente).

A su vez, en Coria se está estudiando la situación de la residencia en funcionamiento para contar con entre 13 y 25 plazas; en Navalmoral habrá en 10 y 15 plazas; en Plasencia se modificarán tres centros (El San Francisco, el sociosanitario en la unidad de larga estancia, y Los Pinos para contar con 15 plazas, entre 20 y 30 plazas, y para dedicarse especialmente a demencias, respectivamente).

También, Zafra tendrá una adaptación de la residencia híbrida que permitirá disponer de unidades de convalecencia, ha señalado el consejero, que ha añadido que en la planificación de todas estas ciudades habrá “mucha coordinación” con los servicios generalistas de los hospitales.

CENTROS DE CONVALECENCIA

En cuanto a los centros de convalecencia, Vergeles ha explicado que los criterios que han llevado a elegir esas localidades han sido estimular la economía y la generación de empleo en la comarca donde se ubican, afrontar el reto demográfico, cubrir las necesidades que tendría cada comarca; que el envejecimiento sea superior a la media de envejecimiento del 20,6 por ciento en Extremadura; que la pérdida de población fuese mayor a la media de la región (3,14 por ciento); y que permitiese una coordinación adecuada entre los servicios generalistas de los hospitales.

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Así, se ubicarán en Llerena, Pescueza, Jerez de los Caballeros, Herrera del Duque, Guareña, Piornal, Brozas y Tejeda de Tiétar, y tienen que estar en funcionamiento en 2026, aunque la máxima financiación se producirá hasta 2023.

Finalmente, el consejero ha reflexionado que la pandemia de la Covid-19 ha demostrado que “la institucionalización en el modelo residencial al uso tiende a acelerar el proceso de envejecimiento de la persona si no tiene unos servicios residenciales de calidad y que se vayan atendiendo sus necesidades en el ciclo vital”, ha dicho, y por ello la Junta pretende “en la medida de lo posible” ir “a un modelo comunitario donde las personas puedan vivir en su domicilio con las ayudas que necesiten” y que la institucionalización sea para las personas que “realmente no pueden vivir en su domicilio”.

PLAZAS RESIDENCIALES

Vergeles ha recordado, también, que Extremadura actualmente cuenta con 15.185 plazas residenciales, que se ubican en 300 residencias de la comunidad autónoma, y de las cuales 8.579 son plazas públicas ubicadas en 219 residencias y 6.606 son plazas privadas ubicadas en 81 residencias.

Esto supone que la región actualmente tiene 13,8 centros por cada 10.000 personas mayores de 64 años (ocupa el primer lugar en número de centros por personas mayores de 64 años de todas las CCAA) y supera “con creces” el mínimo recomendado por la OMS en el número de plazas, que es de 5 plazas por cada 100 personas con 65 o más años (6,9 plazas tiene la región).

Asimismo, en la región se distribuyen de forma “bastante homogénea” en el territorio de la comunidad, tanto si se analiza por zonas sanitarias como por áreas de salud.


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