Tras el arresto del párroco de San Sebastián en Don Benito, vinculado a un presunto caso de tráfico de estupefacientes, el obispo de Plasencia, Ernesto Brotons, ha emitido una comunicación instando a la comunidad a no precipitarse en juicios y a enfocarse en la sanación. El sacerdote, detenido el 19 de febrero junto a su supuesta pareja, ha sido apartado temporalmente de sus funciones eclesiásticas en el marco de la ‘Operación Holgame’.
El obispo expresó su consternación por los hechos, describiendo la detención y las circunstancias que la rodean como profundamente dolorosas, tanto personalmente como para la comunidad que se ha visto afectada por el escándalo. Brotons remarcó que la situación “no es fruto de la maldad”, sino de circunstancias que merecen un enfoque curativo más que punitivo.
La investigación policial reveló la incautación de 30 gramos de mefedrona, una droga sintética popular entre los jóvenes, en la vivienda del sacerdote, sugiriendo una red de distribución que operaba desde la parroquia hasta diversos puntos del país. El obispado ha anunciado que se nombrará un nuevo administrador parroquial para San Sebastián, mientras continúa el proceso judicial contra el clérigo y su asociado.
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