El consejero de Mundo Rural insiste en que falta el visto bueno ambiental de Europa, que aportaría 285 de los 350 millones necesarios
MÉRIDA, 30 (EUROPA PRESS)
El consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero, ha trasladado este martes a representantes de las organizaciones agrarias el interés de la Junta por llevar a buen puerto el proyecto de regadío de Tierra de Barros, pero ha insistido en que no depende de la administración autonómica y sí de que la Comisión Europea dé su aprobación al impacto ambiental de la nueva infraestructura.
Tras la reunión, el consejero ha avanzado que comparecerá la próxima semana, a petición propia, en la Asamblea de Extremadura, para abordar un proyecto valorado en 350 millones de euros, de los cuáles 65 aporta la comunidad de regantes, y el resto, 285 millones, la Unión Europea a través del Feader, que la Junta tendría que ejecutar en un horizonte máximo de diciembre de 2025.
“Deberíamos correr mucho para ejecutar el proyecto siempre y cuando el impacto ambiental fuera positivo y pudiéramos disponer de los citados fondos”, ha aseverado el consejero, quien ha reconocido que no todas las organizaciones agrarias han recibido las explicaciones con el mismo resultado. “Unos lo han entendido de una manera, otros lo han entendido de otra manera”, ha dicho.
En todo caso, ha expuesto que ha pretendido que todas las organizaciones “supieran de primera mano la situación real” del proyecto tal y como se la han “encontrado” a su llegada al gobierno regional.
“Hemos sido claros y hemos transmitido el mismo mensaje siempre, que va a ser el mismo mensaje que transmita en la comparecencia”, ha dicho, de la próxima semana en la Asamblea, y que pasa por aclarar que sin el visto bueno ambiental de Europa no se puede empezar con la ejecución del proyecto porque “los fondos están retenidos”.
“Sin el impacto ambiental en Europa no dispondremos de esos fondos para ejecutar el regadío Tierra de Barros, que es el gran sueño de una comarca y de toda Extremadura”, ha insistido Higuero, quien ha remarcado que abordará esta cuestión el próximo 14 de febrero en una reunión en Bruselas con el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski.
Un encuentro a la que acude “con ilusión” pero “preparado para todo”, ha reconocido. “Me puedo encontrar la gran alegría que sería que Tierra de Barros saliera por delante”, ha dicho, pero también, llevarse “una gran desilusión” pero, en todo caso, ha asegurado, lo que no harán será “engañar a nadie”.
Para ello, a fin de ir “con la verdad por delante”, ha invitado al encuentro a dos miembros de la comunidad de regantes para que “conozcan la noticia de primera mano”.
Sobre el estudio de impacto ambiental, ha reafirmado que el autonómico es positivo, pero se está a la espera de otro europeo, que es el que “va a decidir si el proyecto es viable o no es viable, tanto en aguas como en temas de conservación de la naturaleza”, ha aseverado.
Preguntado por las sensaciones que le trasladan los agricultores de la zona, ha dicho que la semana pasada la comunidad de regantes le transmitió “mucha tristeza”, y este mismo lunes, que visitó Tierra de Barros, “había muchos regantes que se sentían desengañados”.
Higuero ha remarcado que el Gobierno “va a luchar por el proyecto”, peri que “desgraciadamente no depende” de la administración autonómica, sino de contar con “el impacto ambiental positivo para disponer de esos fondos y empezar la obra que es el anhelo de este Gobierno, el anhelo de 1.200 regantes de Tierra de Barros y el futuro de dicha comarca”.
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