La ciudad de Cáceres despide a uno de sus referentes religiosos más significativos, el padre José Luis Caldera. Su fallecimiento representa el final de una era y ha dejado un profundo vacío en la comunidad. La ceremonia fúnebre está prevista en la iglesia de Fátima.
Una vida dedicada a la fe y la comunidad
Caldera, nacido en 1934, fue una figura central en el panorama religioso y social de Cáceres. Ordenado en los años 60, destacó por su labor como profesor de Religión, capellán y predicador en diversas instituciones de la ciudad, incluyendo Las Carmelitas y Las Josefinas. Su pasión por la enseñanza y la espiritualidad marcó a generaciones de cacereños.
Un legado inolvidable
La influencia de Caldera trascendió más allá de los sermones y las aulas. Conocido por su carácter extrovertido, dialogante y su amor por Cáceres, dejó huella en el corazón de muchos. Su compromiso con los enfermos y su devoción por la ciudad y sus tradiciones permanecerán como un testimonio de su vida y obra.
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