La crisis poblacional sigue siendo un quebradero de cabeza para las instituciones extremeñas y es que un estudio realizado por la Comisión Europea muestra el verdadero problema del aislamiento económico y de transporte, de una región muy mermada.
Y es que, el paulatino envejecimiento de la población proseguirá en los próximos años, traduciéndose en menos personas activas laboralmente pero en más con los 65 años ya cumplidos. Un fenómeno que va a afectar sobremanera a Extremadura, la cual perderá en el transcurso de una década más de un 10% de personas en edad de trabajar (definida como aquellas entre los 20 y los 64 años).
En total, desaparecerán casi 70.000 extremeños en edad laboral en 2030, con respecto a 2020.
La predicción es más desalentadora en la provincia de Cáceres, que triplica la previsión que se hace para el conjunto de la UE, con una reducción de población en edad laboral del 12,72%.
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