MÉRIDA, 20 (EUROPA PRESS)
Las obras de reconstrucción de la central hortofrutícola de El Escobar han comenzado este miércoles, casi ocho meses después del incendio declarado el 26 de agosto de 2021, y con la previsión de estar en funcionamiento en mayo de 2023.
El proyecto contempla una inversión de 28,6 millones de euros en unas instalaciones que ocuparán 21.500 metros cuadrados en las que trabajarán 400 personas y, gracias a la adquisición de maquinaria que la convertirán en una de las más modernas de España y Europa, tendrá capacidad para transformar 700 toneladas de fruta al día.
Estos datos se han dado a conocer en el acto de colocación de la primera piedra de la nueva fábrica en el mismo lugar que ocupaba la central antes de quedar completamente arrasada por las llamas que los bomberos tardaros varios días en sofocar.
Al acto han acudido el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, la delegada del Gobierno en la comunidad, Yolanda García Seco, y el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, así como un numeroso grupo de trabajadores de la empresa e incluso una representación de los bomberos que actuaron en el incendio.
Tras el acto simbólico de colocación de la primera piedra, el gerente del grupo El Escobar, Natalio Caballero, ha agradecido la apuesta de las administraciones en la reconstrucción de esta central, que resurgirá de las cenizas “como el ave Fénix”, y a las que ha reclamado su colaboración para agilizar los trámites.
También al grupo empresarial Catalá por continuar apostando por Extremadura, donde comenzó comprando fruta en esta finca en 1983 y ya cuenta con 1.000 hectáreas de frutales en la región.
Caballero ha explicado que tras el incendio de la nave los trabajadores fueron recolocados en otras centrales y fincas del grupo, y ha avanzado que a partir de ahora, y hasta que esté en funcionamiento la nueva central, se van a trasladar en autobuses a Badajoz.
Asimismo, ha detallado que pudieron concluir la campaña anterior repartiendo la producción por centrales del grupo en la región y en otros puntos del país, como Alicante o Lleida, donde se encuentra la sede de la matriz de la empresa. Asimismo, se optó por vender algunas variedades en el campo, como es el caso del caqui.
El Grupo produce en la región entre 25 y 30 millones de kilos de fruta de hueso cada año, principalmente nectarina, melocotón y ciruelas.
En cuanto a la financiación, Caballero ha reconocido que aún no está cerrada, puesto que está pendiente de cuantificarse las ayudas de las administraciones y la indemnización del seguro. En todo caso, ha dicho que donde estas no lleguen, estará detrás la empresa con fondos propios, por lo que “la obra no se va a parar”, con el objetivo de concluir en 2023 para retomar la actividad en mayo.
AGILIDAD EN LA TRAMITACIÓN
Por su parte, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ha señalado que nunca olvidará aquel 26 de agosto, cuando se acercó, ya por la tarde, a conocer de primera mano las consecuencias del incendio.
Así, ha destacado el “simbolismo” de este acto, que supone una “segunda oportunidad” para la empresa. Fernández Vara, que ha dicho que cerró con Jordi Catalá la colaboración para la reconstrucción de la fábrica pocos días después del siniestro, ha destacado que “no hay lugar en España y en el mundo” donde ocho meses después de un incendio comience la obra de reconstrucción de una fábrica”, para lo cual ha habido que “correr mucho en los papeleos” de Medio Ambiente y del ayuntamiento.
El presidente extremeño ha destacado que la industria agroalimentaria ha significado el “gran cambio” económico de la región en los últimos 30 años, y asimismo ha destacado que cada vez genera más trabajo, más estable y de más calidad.
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