El director general de la PAC destaca la simplificación de los ecoesquemas en la nueva PAC

El director general de Política Agraria Comunitaria de la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Javier Gonzalo, ha informado este viernes, durante su intervención en la Asamblea de Extremadura, de que la simplificación de los ecoesquemas permitirá a agricultores acceder a este tipo de ayudas de una manera más sencilla, y, además, ha remarcado que la agricultura y la ganadería extremeña están preparadas para cumplir con dichas prácticas.

Estas ayudas, que son nuevas en la próxima Política Agraria Comunitaria (PAC), se flexibilizarán y simplificarán, y además, reducirán las cargas burocráticas, ofreciendo a agricultores más opciones de acogerse a las mismas, un total de 7, que abarcan todos los tipos de uso del suelo: pastos permanentes, cultivos herbáceos y cultivos permanentes.

En este sentido, Javier Gonzalo, ha explicado que solo será necesario cumplir un ecoesquema para acceder al pago en una superficie y que, por tanto, los profesionales del campo podrán escoger entre las prácticas que más le interesen según sea su modelo de explotación.

Por otro lado, el director general ha destacado el pago redistributivo de doble umbral, que permitirá llegar a las explotaciones profesionales, ofreciendo unos mayores ingresos que con el pago básico actual. Esto supondrá que las explotaciones profesionales y familiares cuenten con más apoyo.

El pago redistributivo en primer umbral, diferenciado por regiones, será del 16,7% del valor medio regional (incluyendo el pago redistributivo). A partir de dicho umbral, y hasta un segundo umbral, el pago redistributivo será del 40% del valor medio regional. Tras este último umbral de hectáreas no se concederá el pago redistributivo.

Con este enfoque, las explotaciones de tamaño medio recibirán un importe superior de pago redistributivo, mientras que en las pequeñas (hasta el primer umbral), el efecto será neutro. Extremadura ha apoyado el doble umbral, porque supone una mejor redistribución de las ayudas entre las explotaciones, de tal manera que las más dependientes de las ayudas, las pequeñas y medianas, van a tener más apoyo. Estas explotaciones son en su gran mayoría familiares y sus titulares son profesionales de la agricultura.