La consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, ha comparecido este jueves en la Asamblea de Extremadura para presentar los objetivos y medidas con los que Extremadura contribuye de manera solidaria a combatir al calentamiento global, al mismo tiempo que aprovecha las grandes oportunidades de empleo y riqueza que ofrece la transición energética.
La consejera ha destacado la amplia participación social con que ha contado el Plan para su elaboración desde sus inicios, además de haber sido sometido a evaluación ambiental, con lo que para Olga García, se trata de “un Plan ampliamente participativo, sostenible y que nace desde el diálogo con la sociedad extremeña”.
Olga García ha definido este Plan como la agenda que va a guiar a la región a lo largo de la esta década para cambiar el modelo energético y para favorecer en Extremadura una economía climáticamente neutra en 2030, de tal forma que la transición ecológica sea el principal vector de desarrollo y contribución a la dinamización y diversificación económica y social en el marco de un crecimiento sostenible.
Para la consejera, se ha elaborado un Plan técnicamente sólido y abierto, que se mejorará a medida que los avances tecnológicos lo vayan permitiendo, por ejemplo, en materia de hidrógeno verde. El Plan se articula en 57 medidas en 4 ámbitos, como son mitigación, adaptación, investigación y activación social.
En materia de mitigación, el Plan ayudará a extender las energías limpias con 11.060 nuevos megavatios renovables instalados, que servirán para, entre otros objetivos, rebajar los costes eléctricos y atraer nuevas industrias a la región.
Asimismo, se impulsará la rehabilitación energética de 24.000 viviendas, la presencia de 30.000 vehículos eléctricos y el autoconsumo en 60.000 viviendas. Además, se refuerzan los sumideros con medidas de mejora forestal y agraria que favorecen la neutralidad climática como efecto compensatorio.
Olga García ha anunciado que ya se está elaborando la Estrategia Extremeña de Adaptación al Cambio Climático, con el objetivo de evitar o reducir los impactos potenciales derivados del cambio climático en la región.
El Plan pretende dar un impulso a las líneas de investigación de energía y clima, además de atender cuestiones clave como la formación de profesionales, la lucha contra la pobreza energética o la integración del cambio climático en el sistema educativo.
El desarrollo del PEIEC conllevará un incremento del PIB en 5.300 millones de euros, una inyección de 2.218 millones de euros de rentas en los hogares extremeños, y 1.295 millones de euros en recaudación para los ayuntamientos. “El 74 por ciento de los impactos positivos de este Plan se quedan en el ámbito rural”, ha señalado.
La consejera ha finalizado su intervención invitando a la ciudadanía y a las empresas extremeñas a unirse a esta transformación verde de la región. “Este Plan es lucha contra el cambio climático, pero también es empleo, salud, bienestar, participación ciudadana, competitividad, avance tecnológico e innovación. Es, en definitiva, una palanca estratégica para nuestra región. Perseguimos que Extremadura se posicione como una región líder en la transición energética, tanto a nivel estatal como europeo”.
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